Siempre escucho a la mayoría de la gente quejarse (con tono de VIEJA-CHOTA) de la inseguridad. Todos dicen lo mismo: “Que ahora no se puede estar tranquilo y antes sí”. A mí me sorprende porque desde chiquito vengo escuchando lo mismo.
Me imagino que el conurbano bonaerense debe ser peligroso. Sin embargo, Luján, mi cuidad, no lo es. Hay robos en las casas como hubo siempre (y las VIEJAS-CHOTAS se llaman por teléfono para contarse los últimos robos y asustarse mutuamente.) Sin embargo, andar por la calle es muy tranquilo. Ayer y hoy anduve paseando, a la tardecita, y lo único que vi fueron:
a) Gente por todos lados (con cara de despreocupados)
b) Cientos de chicos y chicas jugando en todas las veredas.
c) Parejas que sacaban la mesa a la puerta y se tomaban una birra mientras iba anocheciendo.
Y me pregunto entonces… ¿tengo que vivir asustado como las VIEJAS-CHOTAS o puedo vivir tranquilo?
Etiquetas: Reflexiones
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